¿Para qué fotografiar?

La fotografía es muchas cosas, pero, sobre todo, es dos cosas: una profesión noble y un gran pasatiempo, una maravillosa forma de expresión. Hacer fotografía puede ser sumamente gratificante, tanto para el profesional como para el aficionado. Pero para que sea gratificante, ambas cosas requieren un ingrediente fácil de encontrar: pasión.
Hace algunos años, en una plática entre fotógrafos, pregunté si alguno de ellos salía a caminar con su cámara, a tomar fotos por gusto. La mayoría dijo que no, que sólo hacía fotos para ganar dinero. Cuando les dije que no podía imaginar a un pintor o a un escultor que sólo pintara o esculpiera para ganar dinero, se me quedaron viendo como si no entendieran de qué les estaba hablando.
Siempre ha habido opiniones encontradas sobre la fotografía, que si es un arte o no. Quizá la respuesta está en la expresión anonadada de esos fotógrafos: para unos lo es y para otros, no. Sin embargo, la mayoría de estos fotógrafos, en su publicidad, dice hacer “fotografía artística”… pero la mayoría de ellos no lo hace por gusto. Entonces, para ellos, ¿qué es arte?
Hay muchas razones para hacer fotografía: informar, guardar recuerdos, vender un producto, ilustrar un artículo… pero, ¿cuántas personas hacen fotografía simplemente porque les gusta? Para quien no lo ha descubierto aún, hay un mundo allá afuera capaz de maravillarnos si tan sólo nos damos la oportunidad de observarlo sin prisa. Y no se necesita ir muy lejos. A veces, las maravillas están justo frente a nosotros. Como la hoja en la foto de abajo.

Dejé el auto estacionado bajo un árbol y, cuando volví a él, la hoja estaba atorada en el limpiaparabrisas. De momento no hice nada. Ni la quité ni pensé en ella. Pero cuando llegué a casa la vi de nuevo y entonces vi la foto en mi cabeza. Saqué la cámara y un pedazo de cartulina negra y tomé la foto.
Aquí vale la pena comentar que la captura con la cámara vino después de que había visto la foto en mi cabeza. Y el resultado no me decepcionó. Los ajustes de la cámara y el pedazo de cartulina surgieron con la foto que vi en mi cabeza.

No siempre funciona así, pero siempre es divertido y ver las imágenes una vez hechas siempre es gratificante. Es parte del concepto de arte. Es crear por el placer de hacerlo. Y, seguramente, muchas de estas fotografías no encontrarán un lugar en una galería o en una colección famosa, pero la satisfacción de haberlas hecho se quedará conmigo; será parte de mi. Eso es invaluable. Por eso hago foto.
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